La Gran Comisión es un camino a recorrer y un propósito que nos mueve cada día. Veamos tres factores a los que debemos atender para que nuestra misión sea cada vez más efectiva.
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” Mateo 28: 19-20
La Gran Comisión es un camino a recorrer y un propósito que nos mueve cada día. Veamos tres factores a los que debemos atender para que nuestra misión sea cada vez más efectiva.
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” Mateo 28: 19-20
La Gran Comisión es un camino a recorrer y un propósito que nos mueve cada día. Veamos tres factores a los que debemos atender para que nuestra misión sea cada vez más efectiva.
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” Mateo 28: 19-20
Y este mandato, nos lleva a estar continuamente repensando el cómo y dónde debemos hacerla, alcanzando nuevos lugares y maneras de presentar el Evangelio a todas las personas, ya sea dentro de un auditorio, como en las calles, las cárceles, plazas, parques y también internet. Es que cuando Jesús nos habló de “id y haced discípulos a todas las naciones” no nos puso un límite, ya que el objetivo es llegar a todas las naciones y enseñarles la Palabra de Dios para que todos ellos sean discípulos hasta el fin.
Cuando hablamos de cumplir con la Gran Comisión no debemos dejar de lado el mundo digital, espacio que hoy -según Data Reportal 2021- ocupan y utilizan 4.800.000.000 de personas en todo el mundo y que propone múltiples formas y plataformas para dar a conocer el mensaje. Es un gran mundo de conectividad, contenidos, peligros, facilidades, mercados, riesgos y oportunidades… ni más ni menos, que las características del modo de vida de estos tiempos. Y en esa construcción diaria del ámbito digital, está la Iglesia de Cristo que debe brillar como en todo lugar al que llega y claro, se plantean algunos interrogantes que queremos abordar a continuación:
Tenemos que considerar que todas las personas que pasan por una transmisión en vivo no son parte de nuestra congregación, sino que son “números” que debemos considerar para hacer seguimiento de la cantidad de conexiones, y sí, seguramente en ese dato encontramos a muchos hermanos de nuestra iglesia, pero también hay un público que desconocemos y no es parte de nuestra comunidad de fe.
Una idea para lograr conectar realmente con esas personas, es invitarlas a tomar acciones. Por ejemplo: se los puede invitar a una charla sobre temáticas actuales, regalarles contenidos para la familia, etc. Se trata de generar puentes para que las personas pasen de “espectadores” a tomar acciones concretas a partir de propuestas intencionales que surgen desde la propia iglesia.
Este es uno de los mejores desafíos: preparar contenidos que presenten a Jesús y que estén disponibles y activos, visibles y alcanzando a muchos, a través de redes sociales, apps o acciones de promoción. Esos contenidos y maneras de presentar el mensaje deben ser consistentes y con calidad, generando empatía y hablando de temas cercanos a las personas que probablemente los lean, según la red social y plataforma por donde se difundirá. Ajustar cada detalle, nos ayudará a tener mayor efectividad. Debemos ser constantes para que el mensaje se construya a cada paso.
Al abordar las plataformas online no debemos perder el foco: es Jesús quien tiene que brillar y ser el centro de nuestra comunicación, siempre debemos centrar el mensaje en Él para que todo el que lea, mire o escuche lo que tenemos para decir, sepa que hay salvación y vida eterna.
La acción del discipulado ya no se trata solo de estudiar la Palabra en un solo lugar, con una estructura o quizás en un día determinado, sino que ahora, con los medios disponibles, podemos extender la enseñanza y aprendizaje de la Biblia y la formación espiritual a todos los días de la semana. Este deseo de una formación intencional, multiplataforma y 24/7 es posible por la cantidad de contenidos disponibles en distintas plataformas, además de las diversas formas en que nos podemos reunir y compartir tiempo, tanto en modo online como presencial. Este complemento -ganas y formas- posibilita que el crecimiento espiritual pueda extenderse más allá de lo que hemos imaginado.
En América Latina, más de 1.000 congregaciones ya trabajan el discipulado y la enseñanza bíblica para todas las edades, a través de los contenidos disponibles en la plataforma de RightNow Media. A través de los recursos en video y en formato de series, estudiar la Palabra de Dios se vuelve más dinámica y nos lleva a un desarrollo más creativo de nuestro ministerio.
No dejemos de trabajar por el cumplimiento de la Gran Comisión y fortalezcamos nuestras iglesias con la Biblia, extendiendo nuestra misión a todas las plataformas disponibles para alcanzar a la mayor cantidad de familias en cada una de nuestras naciones.
Y este mandato, nos lleva a estar continuamente repensando el cómo y dónde debemos hacerla, alcanzando nuevos lugares y maneras de presentar el Evangelio a todas las personas, ya sea dentro de un auditorio, como en las calles, las cárceles, plazas, parques y también internet. Es que cuando Jesús nos habló de “id y haced discípulos a todas las naciones” no nos puso un límite, ya que el objetivo es llegar a todas las naciones y enseñarles la Palabra de Dios para que todos ellos sean discípulos hasta el fin.
Cuando hablamos de cumplir con la Gran Comisión no debemos dejar de lado el mundo digital, espacio que hoy -según Data Reportal 2021- ocupan y utilizan 4.800.000.000 de personas en todo el mundo y que propone múltiples formas y plataformas para dar a conocer el mensaje. Es un gran mundo de conectividad, contenidos, peligros, facilidades, mercados, riesgos y oportunidades… ni más ni menos, que las características del modo de vida de estos tiempos. Y en esa construcción diaria del ámbito digital, está la Iglesia de Cristo que debe brillar como en todo lugar al que llega y claro, se plantean algunos interrogantes que queremos abordar a continuación:
Tenemos que considerar que todas las personas que pasan por una transmisión en vivo no son parte de nuestra congregación, sino que son “números” que debemos considerar para hacer seguimiento de la cantidad de conexiones, y sí, seguramente en ese dato encontramos a muchos hermanos de nuestra iglesia, pero también hay un público que desconocemos y no es parte de nuestra comunidad de fe.
Una idea para lograr conectar realmente con esas personas, es invitarlas a tomar acciones. Por ejemplo: se los puede invitar a una charla sobre temáticas actuales, regalarles contenidos para la familia, etc. Se trata de generar puentes para que las personas pasen de “espectadores” a tomar acciones concretas a partir de propuestas intencionales que surgen desde la propia iglesia.
Este es uno de los mejores desafíos: preparar contenidos que presenten a Jesús y que estén disponibles y activos, visibles y alcanzando a muchos, a través de redes sociales, apps o acciones de promoción. Esos contenidos y maneras de presentar el mensaje deben ser consistentes y con calidad, generando empatía y hablando de temas cercanos a las personas que probablemente los lean, según la red social y plataforma por donde se difundirá. Ajustar cada detalle, nos ayudará a tener mayor efectividad. Debemos ser constantes para que el mensaje se construya a cada paso.
Al abordar las plataformas online no debemos perder el foco: es Jesús quien tiene que brillar y ser el centro de nuestra comunicación, siempre debemos centrar el mensaje en Él para que todo el que lea, mire o escuche lo que tenemos para decir, sepa que hay salvación y vida eterna.
La acción del discipulado ya no se trata solo de estudiar la Palabra en un solo lugar, con una estructura o quizás en un día determinado, sino que ahora, con los medios disponibles, podemos extender la enseñanza y aprendizaje de la Biblia y la formación espiritual a todos los días de la semana. Este deseo de una formación intencional, multiplataforma y 24/7 es posible por la cantidad de contenidos disponibles en distintas plataformas, además de las diversas formas en que nos podemos reunir y compartir tiempo, tanto en modo online como presencial. Este complemento -ganas y formas- posibilita que el crecimiento espiritual pueda extenderse más allá de lo que hemos imaginado.
En América Latina, más de 1.000 congregaciones ya trabajan el discipulado y la enseñanza bíblica para todas las edades, a través de los contenidos disponibles en la plataforma de RightNow Media. A través de los recursos en video y en formato de series, estudiar la Palabra de Dios se vuelve más dinámica y nos lleva a un desarrollo más creativo de nuestro ministerio.
No dejemos de trabajar por el cumplimiento de la Gran Comisión y fortalezcamos nuestras iglesias con la Biblia, extendiendo nuestra misión a todas las plataformas disponibles para alcanzar a la mayor cantidad de familias en cada una de nuestras naciones.
Y este mandato, nos lleva a estar continuamente repensando el cómo y dónde debemos hacerla, alcanzando nuevos lugares y maneras de presentar el Evangelio a todas las personas, ya sea dentro de un auditorio, como en las calles, las cárceles, plazas, parques y también internet. Es que cuando Jesús nos habló de “id y haced discípulos a todas las naciones” no nos puso un límite, ya que el objetivo es llegar a todas las naciones y enseñarles la Palabra de Dios para que todos ellos sean discípulos hasta el fin.
Cuando hablamos de cumplir con la Gran Comisión no debemos dejar de lado el mundo digital, espacio que hoy -según Data Reportal 2021- ocupan y utilizan 4.800.000.000 de personas en todo el mundo y que propone múltiples formas y plataformas para dar a conocer el mensaje. Es un gran mundo de conectividad, contenidos, peligros, facilidades, mercados, riesgos y oportunidades… ni más ni menos, que las características del modo de vida de estos tiempos. Y en esa construcción diaria del ámbito digital, está la Iglesia de Cristo que debe brillar como en todo lugar al que llega y claro, se plantean algunos interrogantes que queremos abordar a continuación:
Tenemos que considerar que todas las personas que pasan por una transmisión en vivo no son parte de nuestra congregación, sino que son “números” que debemos considerar para hacer seguimiento de la cantidad de conexiones, y sí, seguramente en ese dato encontramos a muchos hermanos de nuestra iglesia, pero también hay un público que desconocemos y no es parte de nuestra comunidad de fe.
Una idea para lograr conectar realmente con esas personas, es invitarlas a tomar acciones. Por ejemplo: se los puede invitar a una charla sobre temáticas actuales, regalarles contenidos para la familia, etc. Se trata de generar puentes para que las personas pasen de “espectadores” a tomar acciones concretas a partir de propuestas intencionales que surgen desde la propia iglesia.
Este es uno de los mejores desafíos: preparar contenidos que presenten a Jesús y que estén disponibles y activos, visibles y alcanzando a muchos, a través de redes sociales, apps o acciones de promoción. Esos contenidos y maneras de presentar el mensaje deben ser consistentes y con calidad, generando empatía y hablando de temas cercanos a las personas que probablemente los lean, según la red social y plataforma por donde se difundirá. Ajustar cada detalle, nos ayudará a tener mayor efectividad. Debemos ser constantes para que el mensaje se construya a cada paso.
Al abordar las plataformas online no debemos perder el foco: es Jesús quien tiene que brillar y ser el centro de nuestra comunicación, siempre debemos centrar el mensaje en Él para que todo el que lea, mire o escuche lo que tenemos para decir, sepa que hay salvación y vida eterna.
La acción del discipulado ya no se trata solo de estudiar la Palabra en un solo lugar, con una estructura o quizás en un día determinado, sino que ahora, con los medios disponibles, podemos extender la enseñanza y aprendizaje de la Biblia y la formación espiritual a todos los días de la semana. Este deseo de una formación intencional, multiplataforma y 24/7 es posible por la cantidad de contenidos disponibles en distintas plataformas, además de las diversas formas en que nos podemos reunir y compartir tiempo, tanto en modo online como presencial. Este complemento -ganas y formas- posibilita que el crecimiento espiritual pueda extenderse más allá de lo que hemos imaginado.
En América Latina, más de 1.000 congregaciones ya trabajan el discipulado y la enseñanza bíblica para todas las edades, a través de los contenidos disponibles en la plataforma de RightNow Media. A través de los recursos en video y en formato de series, estudiar la Palabra de Dios se vuelve más dinámica y nos lleva a un desarrollo más creativo de nuestro ministerio.
No dejemos de trabajar por el cumplimiento de la Gran Comisión y fortalezcamos nuestras iglesias con la Biblia, extendiendo nuestra misión a todas las plataformas disponibles para alcanzar a la mayor cantidad de familias en cada una de nuestras naciones.
Y este mandato, nos lleva a estar continuamente repensando el cómo y dónde debemos hacerla, alcanzando nuevos lugares y maneras de presentar el Evangelio a todas las personas, ya sea dentro de un auditorio, como en las calles, las cárceles, plazas, parques y también internet. Es que cuando Jesús nos habló de “id y haced discípulos a todas las naciones” no nos puso un límite, ya que el objetivo es llegar a todas las naciones y enseñarles la Palabra de Dios para que todos ellos sean discípulos hasta el fin.
Cuando hablamos de cumplir con la Gran Comisión no debemos dejar de lado el mundo digital, espacio que hoy -según Data Reportal 2021- ocupan y utilizan 4.800.000.000 de personas en todo el mundo y que propone múltiples formas y plataformas para dar a conocer el mensaje. Es un gran mundo de conectividad, contenidos, peligros, facilidades, mercados, riesgos y oportunidades… ni más ni menos, que las características del modo de vida de estos tiempos. Y en esa construcción diaria del ámbito digital, está la Iglesia de Cristo que debe brillar como en todo lugar al que llega y claro, se plantean algunos interrogantes que queremos abordar a continuación:
Tenemos que considerar que todas las personas que pasan por una transmisión en vivo no son parte de nuestra congregación, sino que son “números” que debemos considerar para hacer seguimiento de la cantidad de conexiones, y sí, seguramente en ese dato encontramos a muchos hermanos de nuestra iglesia, pero también hay un público que desconocemos y no es parte de nuestra comunidad de fe.
Una idea para lograr conectar realmente con esas personas, es invitarlas a tomar acciones. Por ejemplo: se los puede invitar a una charla sobre temáticas actuales, regalarles contenidos para la familia, etc. Se trata de generar puentes para que las personas pasen de “espectadores” a tomar acciones concretas a partir de propuestas intencionales que surgen desde la propia iglesia.
Este es uno de los mejores desafíos: preparar contenidos que presenten a Jesús y que estén disponibles y activos, visibles y alcanzando a muchos, a través de redes sociales, apps o acciones de promoción. Esos contenidos y maneras de presentar el mensaje deben ser consistentes y con calidad, generando empatía y hablando de temas cercanos a las personas que probablemente los lean, según la red social y plataforma por donde se difundirá. Ajustar cada detalle, nos ayudará a tener mayor efectividad. Debemos ser constantes para que el mensaje se construya a cada paso.
Al abordar las plataformas online no debemos perder el foco: es Jesús quien tiene que brillar y ser el centro de nuestra comunicación, siempre debemos centrar el mensaje en Él para que todo el que lea, mire o escuche lo que tenemos para decir, sepa que hay salvación y vida eterna.
La acción del discipulado ya no se trata solo de estudiar la Palabra en un solo lugar, con una estructura o quizás en un día determinado, sino que ahora, con los medios disponibles, podemos extender la enseñanza y aprendizaje de la Biblia y la formación espiritual a todos los días de la semana. Este deseo de una formación intencional, multiplataforma y 24/7 es posible por la cantidad de contenidos disponibles en distintas plataformas, además de las diversas formas en que nos podemos reunir y compartir tiempo, tanto en modo online como presencial. Este complemento -ganas y formas- posibilita que el crecimiento espiritual pueda extenderse más allá de lo que hemos imaginado.
En América Latina, más de 1.000 congregaciones ya trabajan el discipulado y la enseñanza bíblica para todas las edades, a través de los contenidos disponibles en la plataforma de RightNow Media. A través de los recursos en video y en formato de series, estudiar la Palabra de Dios se vuelve más dinámica y nos lleva a un desarrollo más creativo de nuestro ministerio.
No dejemos de trabajar por el cumplimiento de la Gran Comisión y fortalezcamos nuestras iglesias con la Biblia, extendiendo nuestra misión a todas las plataformas disponibles para alcanzar a la mayor cantidad de familias en cada una de nuestras naciones.